Construir un techo verde, o convertir un techo común, no es algo complicado que requiera un equipo de ingenieros o una superestructura. Un ecotecho, como también se le llama, puede construirse siguiendo un procedimiento básico, lo que nos permite integrar nuestra casa al medio ambiente.
Además de ser atractivos, con una estética que agrada a la mayoría y llama la atención, los techos verdes pueden tener muchas otras ventajas, tales como:
- Al ser permeables y tener una buena capacidad de retención de agua, reducen la velocidad de escurrimiento de la misma, contribuyendo a evitar torrentes y inundaciones, especialmente en entornos urbanos pavimentados. Además, compensan parcialmente el área impermeable de la propia casa.
- La capa de plantas y suelo funciona como un excelente aislamiento térmico y acústico, reduciendo la necesidad de equipos de climatización como los aires acondicionados. También previene la formación de las perjudiciales islas de calor, presentes en las grandes ciudades.
- Al albergar pequeños organismos y animales, favorecen la vida silvestre y la biodiversidad.
- Permiten la creación de un área de descanso, recreación y contemplación, tanto en viviendas como en edificios comerciales.
- También posibilitan el cultivo de plantas alimenticias, desde pequeñas hierbas aromáticas hasta plantas medicinales o hortalizas.
- Mejoran la calidad del aire al absorber dióxido de carbono, producir oxígeno y aumentar la humedad del aire en el entorno de la construcción, mejorando el confort y la respiración.
Paso a paso:
El primer requisito a considerar antes de instalar un techo verde es la estructura de la construcción. Si el edificio está en fase de proyecto, será más sencillo solicitar al arquitecto o ingeniero responsable que realice el dimensionamiento adecuado de la estructura para soportar el peso del futuro techo verde. En edificios ya construidos, se debe solicitar la evaluación de un profesional habilitado para el análisis estructural.
Tenga en cuenta que las vigas, losas y pilares deben soportar el peso adicional del techo verde con su carga máxima (imagínelo justo después de una lluvia torrencial). Del mismo modo, la estructura del techo deberá soportar este peso y, para ello, puede necesitar refuerzos, independientemente de si está hecha de madera o metal. Si es necesario, solicite la adición de un pilar o refuerzo extra.
En losas, es importante que haya una inclinación de al menos un 1,5% para garantizar un drenaje adecuado del agua. En algunos casos, es necesario instalar desagües; en otros, basta con adaptar canaletas y babetas. El techo de tejas cerámicas deberá ser reemplazado por placas de madera contrachapada, OSB o incluso por láminas ecológicas impermeables para un mejor nivelado y reducción del peso estructural.
El segundo paso, y de fundamental importancia, es la impermeabilización. En losas, lo más común es la aplicación de una membrana asfáltica. En techos, es habitual el uso de una buena lona impermeabilizante. Preste especial atención a este paso de la obra, ya que prevenirá posibles filtraciones futuras y muchos dolores de cabeza. Un consejo es aplicar un refuerzo adicional con lona de PVC termosoldada. Este tipo de lona no solo es una fuerte barrera contra el agua, sino también contra las raíces.
El siguiente paso es la aplicación de una capa de manta geotextil (manta bidim). La manta geotextil funcionará como una capa de protección para la impermeabilización y actuará como filtro, evitando que la suciedad obstruya las canaletas y tuberías encargadas del drenaje del agua.
A continuación, se coloca la capa de drenaje, formada por una generosa cantidad de arcilla expandida sobre la superficie de la losa o el techo. La arcilla es limpia, liviana y también funcionará como un reservorio de agua para las plantas. Esta capa debe tener un espesor mínimo de 7 centímetros.
Luego, se coloca nuevamente una capa simple o doble de manta geotextil (bidim), que filtrará el agua de lluvia o de riego, impidiendo que la tierra invada la capa de drenaje. Además, contribuye a la estructuración de las plantas y raíces en el techo.
La siguiente capa es el sustrato. Es fundamental que esta capa sea fértil y equilibrada. Mezcle tierra de jardín común con tierra vegetal (compuesto orgánico) y aplique cal para neutralizar el pH. El uso de suelo puro no es ventajoso, ya que generalmente tiene poca materia orgánica, lo que lo hace pesado, poco aireado y de baja fertilidad.
Por otro lado, el uso exclusivo de tierra vegetal no proporciona la estructura necesaria para que las plantas se mantengan a lo largo del tiempo. Con el calor y la acción del clima, este material se descompone rápidamente y necesita ser reemplazado. Por ello, la mezcla es más adecuada. Para hacer el material aún más liviano, aireado y con mayor retención de agua, podemos agregar vermiculita. La capa de sustrato debe tener al menos 10 centímetros para permitir un buen desarrollo de las raíces. Recuerde que esta capa tenderá a compactarse con el tiempo.
Por último, nuestro techo podrá recibir las plantas. Para elegirlas, tenga en cuenta no solo la estética, sino también su resistencia a las condiciones climáticas adversas, como el sol intenso, la sequía, las lluvias torrenciales, las heladas y el frío a las que estará expuesto el techo. Por ello, es preferible optar por plantas rastreras y nativas, que ya están completamente adaptadas al clima de su región.
Además, este tipo de plantas son más ecológicas y adecuadas para la conservación de la vida silvestre que buscamos promover. Evite plantar especies que requieran podas frecuentes u otro tipo de mantenimiento. No piense en el techo verde como un monocultivo. Con el tiempo, recibirá muchas semillas transportadas por el viento, desarrollándose en un césped rico e interesante.
Consejos:
- Si es necesario, instale babetas en los bordes del techo para evitar filtraciones en el área.
- El mantenimiento de su techo verde debe ser muy sencillo. Realice al menos dos fertilizaciones al año, una al inicio de la primavera y otra al final del verano, utilizando preferentemente fertilizantes equilibrados de liberación lenta, que pueden aplicarse al voleo.
- Antes de embarcarse en la construcción de su techo verde, investigue las tecnologías disponibles. Este es un sector que evoluciona rápidamente debido a la creciente demanda. Existen empresas que trabajan en el desarrollo de módulos especiales de fácil instalación, muchos de ellos con sistemas de captación y almacenamiento de agua, e incluso con aprovechamiento de aguas grises (agua de duchas, lavabos y lavanderías).